Desarrollan un sistema que aprovecha la electricidad producida por las hojas de las plantas.
Para desarrollar esta nueva fuente de energía a partir de organismos vivos han aprovechado la capacidad que tienen algunas hojas para convertir las fuerzas mecánicas en corrientes de electricidad. Es decir, cuando las hojas se mueven o entran en contacto con otro material experimentan un proceso de electrificación y esa corriente se extiende desde las ramas hasta el tallo. Así que lo que ha hecho este equipo de investigación italiano es, fundamentalmente, poner un enchufe en una planta y transmitir esa electricidad a una bombilla. Las mediciones indican que una sola hoja puede generar hasta ciento cincuenta voltios, lo que permitiría encender cien bombillas LED cada vez que se mueve.
Para desarrollar esta nueva fuente de energía han aprovechado la capacidad que tienen algunas hojas para convertir las fuerzas mecánicas en corrientes de electricidad. Es decir, cuando las hojas se mueven o entran en contacto con otro material experimentan un proceso de electrificación y esa corriente se extiende desde las ramas hasta el tallo. Así que lo que ha hecho este equipo de investigación italiano es, fundamentalmente, poner un enchufe en una planta y transmitir esa electricidad a una bombilla. Las mediciones indican que una sola hoja puede generar hasta ciento cincuenta voltios, lo que permitiría encender cien bombillas LED cada vez que se mueve.
Partiendo de estas premisas, el equipo ha modificado una adelfa, añadiéndole hojas artificiales para crear un árbol híbrido. Cuando el viento sopla, las hojas sintéticas se mueven y rozan las hojas naturales, lo que multiplica la electricidad generada. De modo que no sería descabellado aprovechar el follaje de los árboles e incluso convertir bosques en verdaderas plantas eléctricas.
La iniciativa de los investigadores italianos se encuadra en el proyecto Growbot, financiado por la Unión Europea, que buscará desarrollar robots bioinspirados capaces de crecer autónomamente mediante el uso de impresión 3D
Un cíborg vegetal
La característica definitoria de las plantas es su arraigo en la tierra. La única movilidad que tienen es la de orientar sus hojas hacia la luz en su proceso de crecimiento. Hasta ahora, claro está. Porque los científicos del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT Media Lab) en EEUU acaban de desarrollar una innovadora tecnología que proporciona movilidad a las plantas y les permite buscar las zonas con mayor radiación lumínica. El sistema, bautizado como Elowan, consiste en una planta sobre ruedas que lleva sensores acoplados a las hojas. Cuando estas reciben luz, la planta genera señales biolectroquímicas que son captadas por los electrodos. Estos, a su vez, envían una señal al sistema robótico para que se mueva hacia el origen de la luz. Este podría ser el punto de partida para una nueva generación de biohíbridos que aprovechen las cualidades de las plantas.
Se trata, en definitiva, de un proyecto tecnológico que usa los sensores o las capacidades de regeneración automática que existen en la naturaleza para optimizar la tecnología humana. Algo así como una economía colaborativa con el mundo natural en lugar de una incesante explotación de sus recursos.